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Del 25 de septiembre al 2 de octubre 2013
En un Airbus de la Cía. Aegean llegamos al aeropuerto de Atenas con un tiempo caluroso, cogimos el autocar que nos estaba esperando para llegar al hotel Zafolia en donde nos instalamos
Iniciamos el circuito acompañados por Artemisa, Guía experta en la historia de Grecia y su mitología. Hicimos una parada en el Canal de Corinto que une los mares Egeo y Jónico y separa el Peloponeso del resto de Grecia. Seguimos a Epidauro para visitar el Teatro del siglo IV a.C. En Micenas recorrimos las murallas, las Tumbas Reales y la Puerta de los Leones, “aquella que venía en las Enciclopedia que estudiábamos cuando éramos pequeños”. Probamos la musaka en el restaurante Agamenón. En Nauplia visitamos el Castillo y dimos un paseo por la ciudad con sus numerosas tiendas, para llegar al Hotel Amalia.
Pasamos por Esparta para llegar a Mystras. El autocar nos llevó a lo alto de la colina, e iniciamos el descenso. Artemisa nos había dicho que lleváramos calzado cómodo pues iríamos por caminos de cabras. Al bajar del autocar el conductor nos fue entregando una botella de agua a cada uno. Al principio el descenso era suave pero pronto se fue complicando la pendiente y las piedras hacían el descenso peligroso. En las paradas Artemisa nos ilustraba sobre las Monasterios e iglesia con las ruinas. En una de las iglesias vivían varias monjas que por no seguir las normas del Patriarca no reciben subvención. Tienen una pequeña exposición que venden artesanía hecha por ellas. Después de dos horas de recorrido llegamos a la parte baja todos sanos y salvos. Alguno comentaba que si se enteraran sus hijos les echaría una buena bronca. Después del esfuerzo almorzamos en el restaurante Xenia.
En Olympia recorrimos las ruinas del templo de Zeus, el estadio, el gimnasio, la palestra. Todos estos lugares estaban dedicados al embellecimiento del cuerpo de los hombres. En el museo contemplamos la escultura de Hermes de Praxiteles, algunos se impresionaron al recordar que en las escuelas de arte siempre se ponía como ejemplo a esta escultura con la curva de Praxiteles.
Cruzamos el mar Jónico por el Puente Colgante Jarilus Tricupis (de Lepanto) que nos trae recuerdo de la famosa batalla que comandó D. Juan de Austria. En el recorrido pasamos por las minas a cielo abierto de Bauxita de donde se extrae el aluminio. La carretera pasa por Itea, en donde se encuentra el olivar más grande Grecia. Llegamos al Hotel de Delfos situado a 600 m. del nivel del mar y a los pies del Monte Parnaso, el lugar con vistas extraordinarias y tiempo caluroso que invitaba a darse un chapuzón en la piscina.
La visita del Santuario de Delfos junto al Monte Parnaso, monte de los sabios donde Artemisa nos invitó a sentarnos en las rocas de las ruinas dándonos una clase magistral sobre el contenido del santuario, la vía sagrada, los oráculos, las pitonisas etc. Al acercarnos al Templo un trepador azul nos estuvo deleitando con una canto prodigioso. En el museo contemplamos al auriga de la batalla de Salamina, una de las pocas esculturas que nos se llevaron los ingleses. Seguimos hacia el monasterio Bizantino Ossios Lukas en donde se estaba celebrando un bautizo, al niño lo desnudaron y lo metieron en la pila bautismal. En el restaurante Aggelis nos deleitaron con platos típicos entre ellos el Tzatziki.
Caminando dirección Kalambaka pasamos por el lugar de las Termopilas, (aguas termales) en donde 300 espartanos lucharon contra los persas. El desfiladero desapareció por movimientos geológicos posteriores
Temprano salimos del hotel Divani Meteora para hacer un recorrido por los Monasterios que están en las cumbres de las rocas sedimentarias. Después de una subida fuerte llegamos a los pies del Monasterio de San Nicolás, unos continuaron por una escalinata que los llevó hasta la Iglesia, otro aprovecharon un ascensor que sube junto a la roca, manejado por los monjes. Este lugar sagrado está lleno de pinturas al fresco, es un grupo iconográfico de la vida de la Virgen, santos y escenas del Antiguo y Nuevo Testamento. El siguiente Monasterio fue el de Rousanou, esta vez fue una bajada por un bosque que nos acerco a la entrada del Monasterio. En todo el conjunto de Meteoras hay muchos Monasterios, de los cuales siete son los visitables. Un recorrido en autocar para contemplar el maravilloso paisaje y hacer fotos de los diversos Monasterios algunos de acceso muy difícil.
En Atenas, amaneció con algo de lluvia y nos fuimos al Museo Nacional Arqueológico. Un museo extraordinario en donde se puede ver grandes colecciones de escultura, griega, romana y egipcia. Una visita panorámica por las calles de Atenas, El Parlamento con los soldados haciendo guardia, para llegar a los pies de la Acrópolis. Empezamos la subida, pasando junto al Teatro de Dionisio, Teatro de Herodes, para seguir por la pendiente y escaleras y llegar al Partenón. Artemisa nos dio otra clase magistral. En ella hizo mención que las metopas, triglifos y demás esculturas que en 1801, Lord Elgin se llevó las mejores obras a Londres y luego las vendió al Museo Británico. Impresiona ver todas estas columnas dóricas de hace 2500 años. Desde arriba las vistas son espectaculares, se divisa toda Atenas. Nos dirigimos al barrio de Plaka. Seguimos por la plaza de Lysikrates, lugar frecuentado por lord Byron, para llegar al restaurante Vyzantinos. Por la tarde visitamos el Nuevo Museo de la Acrópolis, en donde pudimos contemplar las copias de esculturas, que fueron compradas al Museo Británico, pues los originales están en su poder desde el saqueo de 1801.

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